Un gesto para emular: Botellas de Amor UNLPamBIENTAL el nuevo proyecto de la Universidad Nacional de La Pampa
¿Estimado Lector usted sabe que es UNLPamBIENTAL , cómo surgió, o como se convirtió en punto de acopio de la ONG “Botellas de Amor” y cuál es el trabajo que promueve el equipo junto a otras instituciones y 35 localidades del interior? Mariana Ruiz Espíndola es coordinadora del proyecto y la que nos dio muchas respuestas.
Es un proyecto de extensión universitaria de la Universidad Nacional de La Pampa. Vienen trabajando y generando conciencia sobre el tratamiento de residuos mediante su previa separación en origen, y darles una correcta disposición final, transformándolos en un recurso.
UNLPamBIENTAL es una propuesta que se planteó inicialmente separar y gestionar correctamente los residuos sólidos similares a los domiciliarios que se generaban en el campo de enseñanza ubicado en el kilómetro 334 de la Ruta Nacional 35, al Norte de Santa Rosa, donde funcionan las facultades de Agronomía y buena parte de Ciencias Exactas y Naturales.
“Sabiendo que si separábamos en origen podíamos reducir el volumen de basura, nos sentamos a escribir el proyecto”, precisó Mariana.
Durante 2018 se presentaron a dos convocatorias de la Secretaria de Políticas Universitarias (SPU): una era “Universidad, Cultura y Sociedad” y la otra “Universidades Socialmente Comprometidas”. En ambas quedaron seleccionados.
Por tratarse de convocatorias para proyectos de extensión que se realizan entre la Universidad y otros sectores de la sociedad, pensaron en un actor vinculante como la Municipalidad de Anguil que cuenta con una planta de tratamiento de residuos.
La idea consensuada fue que todos los residuos que se separaban en origen en el campo de la UNLPam, tuvieran como destino final la mencionada planta de tratamiento.
El Comienzo del trabajo
Durante 2019 se iniciaron las tareas de separación, pero un par de meses antes se dedicaron a evaluar qué tipo de residuos se generaban en el campo al que concurren a diario docentes, no docentes y estudiantes que trabajan y estudian ahí, entre ellos, los integrantes del proyecto.
Después de realizar este diagnóstico, el equipo dedicó un buen lapso para informar mediante las redes sociales y las visitas a las aulas y oficinas, sobre la correcta clasificación de los residuos.
“Una vez que se compraron los cestos de basura empezamos a implementar la separación: papel y cartón por un lado, plástico y latas por otro, y residuos orgánicos por otro lado, que son los residuos reciclables”. También se colocó un cesto negro para la basura general que no entraba en las categorías anteriores.
Un gran volumen de papel, cartón y plásticos se acarreó en dos oportunidades a la planta de tratamiento del Municipio de Anguil.
Para los residuos orgánicos, el mismo equipo instaló una compostera para producir compost.
Estas actividades se realizaron hasta que la llegada de la pandemia de Covid -19, en marzo de 2020, obligó a la suspensión de las actividades en el campo.
Mientras tanto habían estado pensando alternativas para darle destino a la basura del cesto negro. “Nos dimos cuenta de que quedaba mucha basura en el cesto negro, compuesta principalmente por envoltorios de golosinas, galletitas, pebetes, etc.
Era el momento con mucha concurrencia de alumnos.
Funcionaba un buffet y, como casi todo el personal y los estudiantes permanecíamos en horario corrido, era muy común comprar algo para comer.
Nos pusimos a investigar un poco para ver qué hacer y nos enteramos de Botellas de Amor”.
Botellas de Amor
El paso siguiente fue contactarse con la gente de Botellas de Amor, una ONG que funciona en Bernal, Buenos Aires, y cuyo objeto central es promover una solución integral en el manejo de residuos plásticos.
Después de la firma de un convenio con la UNLPam “pasamos a ser el punto de acopio en La Pampa”, dijo la coordinadora.
Botellas de Amor propicia un desarrollo sostenible y la mejora de la calidad de vida de las comunidades. El programa consiste en juntar en botellas aquellos plásticos a los que se les da un solo uso para, a través de un proceso técnico, convertirlas en madera plástica.
A partir de esta novedad UNLPamBIENTAL comenzó a crecer y estableció lazos de trabajo conjunto con otras instituciones y localidades del interior de La Pampa.
“Se empezaron a acercar jardines, escuelas primarias y secundarias que estaban implementando el programa pero no sabían dónde llevar las botellas”.
En forma paralela, recibían llamados de distintas localidades para agregarse al proyecto: “surgió esta idea de hacer un convenio de nuestro proyecto con las distintas localidades que se quisieran sumar. Actualmente estamos trabajando con 35 localidades”.
Cada localidad tiene su propio punto de acopio. Cuando están completos se acercan al punto central ubicado en Santa Rosa, en el campo de la Universidad.
“Juntamos todo y hacemos los envíos a través de la contratación de un transporte local a Buenos Aires” donde el plástico es procesado.
Entre 2020 y 2021 se recolectaron 11.000 kilos de plásticos guardados en las Botellas de Amor.
Si bien la pandemia puso freno a alguna de las actividades programadas, cuando fue posible y la situación sanitaria lo permitió, se realizaron colectas sustentables en Santa Rosa, General Pico, Ingeniero Luiggi, Parera y Caleufú.
Además, la UNLPam llevó a cabo un proceso de despapelización por el cual recogieron 5 toneladas de papel que fueron destinadas a cooperativas de recuperación del interior de la provincia.
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