En la mañana del miércoles 8 de octubre, la intersección de la Ruta Nacional 33 y el acceso principal a la ciudad de América fue el escenario de una contundente movilización. La protesta fue organizada por los gremios docentes SUTEBA y FEB.
Un nutrido grupo de vecinos, liderado por el sector educativo, se concentró en el arco de entrada para alzar la voz contra el estado intransitable y desastroso de la ruta. Los manifestantes no solo denuncian el daño económico a los vehículos, sino también el riesgo inminente para la vida que supone circular por una vía plagada de cráteres. Para el sector docente, esta problemática es diaria.
La gravedad de la situación fue expuesta por uno de los líderes:
«Cada vez que salimos a la ruta para ir a nuestros trabajos a dar clases a las escuelas de localidades vecinas, estamos jugando a la ruleta rusa. No sabemos si llegamos a cumplir nuestra función o si volvemos a nuestros hogares.
Estamos hartos de que el Gobierno Nacional nos considere ciudadanos de segunda y haga oído sordo a nuestros reclamos. Esta ruta está poniendo en peligro a nuestros alumnos, a quienes les enseñan y a cualquier persona que transite y desconozca la realidad del camino», manifestó el referente.

El reclamo es unificado y desesperado. No se trata de un simple bache, sino del abandono de una arteria fundamental para la provincia y la nación. La Ruta 33 ya no soporta más soluciones temporales: «Basta de parches; requiere una intervención integral y urgente».
A continuación, puede ver el video realizado en el lugar y un breve reportaje al referente de SUTEBA, Darío Fernández.
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